Oye tronka, ¿como voy hasta Banco de España?

Jesús, lo que no haya visto yo, o sea, la calva...
Iba yo de vuelta a casa en metro rodeada de basuras varias (la huelga de basureros hace estragos e Madrid) cuando me encontré a una vampira. Bueno vampira, vampira en el sentido estricto de la palabra no era, me vengo a referir a una borracha porrera, de esas que la comen las drogas como a nosotras.

Tuve la "suerte" de sentarme cerquita a ella, sufriendo la peste que echaba (ni os imagináis el olor, super deszägrädazble como diría el feo del MENUMUSKNO 1). Hasta humillo se veía salir.

A todo esto iba ataviada con una manta de las gordas para el invierno (no se para qué porque la tiraba a cualquier lado en el momento menos pensado).

En fin queridísimas amigas, para empezar no dejaba de repetir: ¡Eh tú! ¡Tronko/a!¿cómo voy hasta Banco de España? Y el humilde chico de enfrente le respondía: Bajate en plaza de España y luego coges la línea 2 hasta Banco de España (no tenía mucha dificultad vamos, pero claro para enfermas de esa calaña normal que le pareciera un mundo).

La Catarsais se apoderó de mí porque no sabía si reir o llorar al escuchar: ¡Me estás tomando el pelo tronko! Me haces dar mucha vuelta. Yo prefiero ir andando desde aquí que me gusta más pasear (y entonces, ¿Para qué coño preguntas bonita?). En fin que al final decide hacer caso al chaval y al parar en Plaza de España se le cae todo al suelo (la cerveza, el cigarrillo, la manta, la bolsa de Zara del 78, eso sí el puto olor lo llevaba bien pegado, eso no se le escapaba). Al cerrársele las puertas la cabrona se pone chula y dice: ¡Pues mira que he decidido quedarme aquí porque tronko tu me engañas, ¿¿¿¿Te querías librar de mí eh????

Entra en acción una "ahorita", (que cada uno piense lo que quiera) y no se le ocurre otra cosa mejor que sentarse al lado de la susodicha.

¡¡¡Eh preciosa!!! ¿Cómo voy hasta Banco de España? (esto repetido como miles de veces, super cansina la hija de bitch). Claro la jovencita pasa de responder (seguro que por su mente pasaba la frase de: ¡¡¡¡Ponte una peluca y déjame a mi trankila!!!! Hasta que la alcojolica se pilla un mosqueo: ¡¡¡Chavalita es a tí, que yo también existo!!! ¡¡¡Si tu la de las putas botas blancas!!! ¿Que cómo coño voy hasta Banco de España?

- Pues tienes que volverte a Plaza de España y te coges la línea 2 hasta tu destino (todo eso con acento de telenovela).

¡¡¡La hostia!!! ¿Tú también me quieres tomar el pelo? Pues sabéis lo que os digo a todos cabronazos?

¡¡¡MIRADME TÓ EL COÑO!!! Así como os lo cuento queridas Elodias.

Me quedé con ganas de saber el desenlace (si sacaba el bazooka o si la tiraban por la vía, o si llego al puto Banco de España)

Nota: Hubo momentos en los que temí por mi vida. ¡¡¡Y no podría asistir a la gala del MENUMUS!!! ¿Os imagináis tremenda catástrofe?